El autor

El poder de la palabra


Francisco Jiménez
(1943)

Francisco Jimènez

plumaComo profesional ha obtenido múltiples galardones desempeñando cargos tanto académicos como administrativos. Gracias a su habilidad como cuentista podemos imaginar lo que ha sido la niñez de muchos hijos de inmigrantes, y como amigo lo llegamos a conocer como un ser humano extraordinario.

Nació el 29 de junio de 1943 en San Pedro Tlaquepaque, Jalisco, México. Cuando tenía cuatro años, su familia se trasladó a Nogales buscando mejorar su situación económica. Por no tener el dinero suficiente para pagar el valor de las visas para ingresar a los Estados Unidos legalmente, como muchos otros, se pasaron por debajo de la cerca de metal que divide a los dos países. Fue en Santa María, California donde ellos empezaron a formar parte de los trabajadores migrantes. Francisco, entonces de seis años, y su familia seguían las cosechas a través del Valle Central, desde Santa Rosa hasta Bakersfield. En su colección de cuentos Cajas de cartón sentimos con Panchito la alegría de volver a Santa María y también la tristeza de dejarla.

La niñez de Francisco es una de esas historias que hoy podemos leer como parte de la gran colección de vidas ejemplares. Trabajo duro en el campo, desesperación por no entender a los maestros en la escuela, sentimientos de soledad y escasez material hicieron de Francisco el niño, a Francisco el hombre. A pesar de no poder asistir todo el año a la escuela, Francisco logró terminar su educación primaria en Santa María. Cuando recién empezaba la escuela secundaria, su padre tuvo que dejar de trabajar en el campo por una dolencia en la espalda, y como dice el dicho: "No hay mal que por bien no venga," la dolencia de su padre obligó a la familia a quedarse en Santa María, pero eso mismo permitió a Francisco asistir a la escuela secundaria como un alumno de tiempo completo.

A los quince años cuando Francisco estaba en la escuela secundaria, unos agentes del servicio de Inmigración entraron a la escuela, y ante todos los estudiantes que estaban en su aula le arrestaron por ser un inmigrante ilegal. No es difícil imaginar la vergüenza que el joven Francisco sintió al ver que era tratado como un criminal ante sus compañeros. Pero Francisco está hecho del material que se hacen los valientes y ni la humillación ni el abuso de poder pudieron quemar sus sueños. Al poco tiempo toda la familia Jiménez volvió a los Estados Unidos con documentos legales y Francisco volvió a la escuela a terminar sus estudios. Se graduó de la escuela secundaria de Santa María ganándose tres becas, las cuales le ayudaron a entrar a la Universidad de Santa Clara. Se hizo ciudadano estadounidense mientras estudiaba en la universidad, donde obtuvo muchas becas y se graduó con honores en español recibiendo el prestigioso galardón Woodrow Wilson para ir a la escuela de graduados. Terminó un master y un doctorado en español y literatura latinoamericana en la universidad de Columbia en Nueva York.

Cuando Francisco se graduó de la universidad de Columbia, volvió a la casa de sus padres para celebrar el acontecimiento y fue en esa ocasión que un vecino le contó la siguiente historia: "Cuando eras muy niño Panchito, tu maestra un día mandó un papel para tu papá. Como tu papá no sabía leer, me trajo el papel a mí y yo le dije que no se preocupara, que la maestra decía que eras un poco distraído, pero que pasarías el año. Hoy me alegro de haberles mentido, porque lo que decía realmente ese papel era que la maestra pensaba que sufrías algún retraso mental porque no entendías lo que ella decía." Muchos niños cuya lengua materna no es el inglés son erróneamente diagnosticados como personas con limitaciones mentales, aún en estos días.

Irónicamente en 1976, el Dr. Francisco Jiménez fue invitado, por sus grandes cualidades como maestro, a formar parte de California Commission on Teacher Credentialing. En 1987 el Dr. Jiménez fue el único demócrata nombrado por George Deukmejian, Gobernador Republicano, a formar parte de California Council for the Humanities, afiliado con el National Endowment for the Humanities. En 1989 fue nombrado miembro del Western Association of Schools and Colleges Accreditation Commission (WASC) y tres años más tarde fue electo miembro de la mesa directiva.

En la Universidad de Santa Clara son muchos los cargos que ha desempeñado a nivel académico y administrativo. El Dr. Jiménez entró en 1972 al departamento de Lenguas Modernas como assistant professor; en 1977 fue nombrado associate professor y en 1981 adquirió el rango de full professor. En 1986 obtuvo el reconocimiento Sanfilippo Chair. Fue director de la Escuela de Artes y Humanidades desde 1981 hasta 1990. Desde 1990 hasta 1994 desempeñó el cargo de Associate Vice-president of Academic Affairs. Actualmente enseña cursos de Literatura y lengua en el departamento de Lenguas Modernas.

En 2002, Francisco Jiménez fue galardonado en Washington, D.C. con una de las cuatro distinciones a Profesores del Año en los Estados Unidos. Creados en 1981, los premios son patrocinados por el Consejo para el Fomento y Apoyo de la Educación (CASE, por sus siglas en inglés), y la Fundación Carnegie para el Fomento de la Enseñanza, y constituyen las únicas distinciones otorgadas en mérito a la excelencia en la enseñanza en el nivel de educación superior.

Sus publicaciones, presentaciones profesionales, cursos a nivel nacional e internacional son muchos y todos gozan de la misma excelencia. Francisco Jiménez es realmente una persona extraordinaria. Un hombre sencillo, risueño, un triunfador de carne y hueso. © SCU