Es de vidrio la mujer;
Pero no se ha de probar
Si se puede o no quebrar,
Porque todo podría ser.
Y es más fácil el quebrarse,
Y no es cordura ponerse
A peligro de romperse
Lo que no puede soldarse.
Y en esta opinión estén
Todos, y en razón la fundo;
que si hay Dánaes en el mundo,
Hay pluvias de oro también.
(Don Quijote de la Mancha, I., XXXVI)