¡Oh terso claroscuro del durmiente!
Derribadas las lindes, fluyó el sueño.
Sólo el espacio.Luz y sombra, dos ciervas velocísimas,
huyen hacia la fuente de aguas frescas,
centro de todo.¿Vivir no es más que el roce de su viento?
Fuga del viento, angustia, luz y sombra:
forma de todo.Y las ciervas, las ciervas incansables,
flechas emparejadas hacia el hito,
huyen y huyen.El árbol del espacio. (Duerme el hombre.)
Al fin de cada rama hay una estrella.
Noche: los siglos.