Comentarios sobre su obra


 La crítica ha dicho sobre... Carlos Fuentes

—Francisco Prieto. Carlos Fuentes: densidad moral y realidad social de México (1988) «La obra de Carlos Fuentes, indudablemente contemporánea desde el punto de vista de las estructuras, el estilo, el manejo de los recursos técnicos que definen la literatura del siglo veinte, es también una demostración de dominio sobre los temas más tradicionales de la literatura latinoamericana, que se inserta en la producción literaria de todos los tiempos y todas las latitudes. A través de estos temas, estructuras, técnicas aflorará una concepción de lo humano, de los hombres y las mujeres que retrata.»

—Eugenio Núñez Ang, Universidad Autónoma del Estado de México. Julio 2006 «Para Carlos Fuentes la pareja del debate de la modernidad, es el debate sobre la tradición. En el proceso de "contraconquista" cultural, palabra que toma de Lezama Lima y usa como estandarte, recupera la unidad de la multiplicidad, sólo si elude tanto la ruptura provocada por la imitación extralógica como la repetición de modo fatal de una tradición, atrapada en viejos moldes academicistas. La novela, más allá de su condición de género proteico, es un instrumento central para afianzar la continuidad cultural de una nación y un continente comprometidos en la construcción de una sociedad civil, que se oponga a autoritarismos culturales y políticos»

—Carmen Perilli, Espéculo. Revista de estudios literarios. Universidad Complutense de Madrid «La imaginación es el elemento principal de la novela moderna, Carlos Fuentes lo presenta a través de Cervantes y de otros muchos autores. Porque para Carlos Fuentes el discurso novelístico se basa en lo no dicho, así pues, el escritor debe ir a la vanguardia protegido por su herramienta básica que es la imaginación»..

—María Teresa Colchero Garrido, Universidad de Puebla «Sus relatos construyen la imagen de una América ansiosa de nombres, un “continente de textos sagrados”, urgidos de una mirada profana a la que la literatura y la novela confieren existencia al liberarlo por medio de la palabra, lo presentan ante la cultura universal. El mito es la operación que garantiza la superación de los localismos y el acceso a las matrices culturales occidentales. La pregunta por la identidad es el puente entre la necesidad y la libertad de un pueblo que no puede reconocerse en su propia máscara.»

Carmen Perilli, Mestizaje y Arielismo en la escritura de Carlos Fuentes «La obra de Fuentes es una de las más importantes del siglo XX. De tal forma que ha logrado influir en un gran número de escritores; ya que él es por así decirlo un clásico de la literatura universal contemporánea.»

—Beth Miller, University of South California, Los Ángeles «Carlos Fuentes, que parece capaz de escribir lo que quiera, de lo que quiera y como quiera, no es un artesano de la literatura, un escritor de oficio, sino un artista, capaz de múltiples desdoblamientos, de bautizar nuevas e ignoradas realidades, de hallar belleza en el horror, de producir deleite, cualidades éstas que se manifiestan, quizá como en ninguna de sus creaciones en Aura, novela que, por otra parte, vendría a ser la contrapartida estilística de Las buenas conciencias..»


Se ha dicho sobre... la obra de Carlos Fuentes

Aura (1962)

«La novela no es sólo un reflejo de una sociedad tradicional que ubica a la mujer en los roles de siempre, sino que existe una intención progresista y de ruptura al presentar a una mujer que desea ser el ideal del macho, pero que transgrede algunas normas y costumbres al presentarse activa y sexual en esa búsqueda del otro».
Cecilia Eudave en Simbolismo y ritualidad en la novela Aura (2001)

Narración corta

«Las narraciones breves de Carlos Fuentes, sin ser góticas en el sentido tradicional, ejemplifican la evolución posterior de la tradición gótica, incorporando o modificando elementos típicos del género. A diferencia de las narraciones góticas clásicas, las de Fuentes no terminan con resoluciones equilibradas y simétricas. No presentan la retribución como consecuencia de la transgresión o el error, ni existe esa polarización clara e inconfundible entre el bien y el mal, sino oposiciones bastante más ambiguas. En las narraciones de Fuentes, mediante una inversión de papeles o de géneros, los personajes masculinos son los que sufren vicisitudes como resultado de las hechicerías femeninas, irónicamente subvirtiendo el estereotipo machista.»
Génaro J. Pérez, Texas Tech University

La muerte de Artemio Cruz (1962)

«El autor mexicano plantea con intensidad la compleja problemática que ha provocado las mutaciones del género en cuanto a técnica narrativa y lenguaje: la necesidad de representar una realidad que ya no se presenta a la mente perceptora de manera unívoca, clara, concreta, mesurable en sus leyes de causalidad; por el contrario, todo esfuerzo de captación obliga a imaginarla en diferentes estratos, cuyo contenido y contornos de deslinde no son siempre determinables con exactitud»
Hernán Vidal, Unniverstiy of Minnesota)

Terra nostra (1975)

« En Terra Nostra, los personajes purgan las penas de la tierra: descubren la identidad de la frustración y enloquecen. México queda definido como un infierno sin historia ni otra función que el prehistórico terror fascinante y caníbal que vieron Lawrence y Lowry; el despotismo como destino ineludible y la resignación a apoyar el mejor de los despotismos posibles. Fuentes nos presenta a sus personajes mediante un neonaturalismo donde las situaciones no son narradas ni descritas por un narrador que cuida y protege a los habitantes de su novela. Al contrario, los deja existir y sus posibilidades y límites de realización son consecuencia de su propio actuar».
Eugenio Núñez Ang, Universidad Autónoma del Estado de México

Gringo viejo (1985)

«A través de los viajes de Harriet Winslow (personaje ficticio) y Ambrose Bierce (personaje tan histórico como Pancho Villa), Fuentes explora varios temas que tejidos forman una intertextualidad de la historia compartida entre México y los Estados Unidos. Fuentes demuestra a través de la presencia de los dos gringos, cuya llegada es simultánea a la toma de la hacienda de los Miranda, que la historia revolucionaria y el proceso revolucionario tienen que ver con influencias mutuas - culturales, experienciales e históricas. Hasta, se podría decir, que el autor emplea este momento revolucionario proféticamente tanto para explorar como para criticar la conflictiva y compartida historia bicultural».
Beth Miller, University of South California, Los Angeles

Los años con Laura Díaz (1999)

«Constituye una visión peculiar de la historia nacional de México. En ella se narra la peripecia de una mujer en un medio machista, que poco a poco descubre quién es y cuál es su misión en la vida. Según explica el autor, a diferencia del personaje de Artemio Cruz, un hombre que agoniza a medida que el país se construye, “ésta es la novela de una mujer que vive y se construye a sí misma, supera los obstáculos de la sociedad, descubre su vocación y se construye a medida que el país se destruye”.»
Estrella Borrego

La voluntad y la fortuna (2008)

«Carlos Fuentes ha construido un intenso y trágico mural de tonos violentos y hombres turbios. Otra vez. La voluntad y la fortuna es una novela turbadora, con continuas resonancias bíblicas y un México omnipresente y atroz. Es, sobre todo, una novela política en la que el escritor toma el mito de Caín y Abel, la fraternidad convertida en rivalidad, para retratar sin piedad las pasiones de la condición humana y los problemas de su país»
Blanca Berasátegui. El Cultural.es (2008)



Carlos Fuentes habla sobre su obra

«Lo que un escritor puede hacer políticamente debe hacerlo también como ciudadano. En un país como el nuestro el escritor, el intelectual, no puede ser ajeno a la lucha por la transformación política que, en última instancia, supone también una transformación cultural» (Revista Tiempo Mexicano, 1972)

«Lo que ha muerto no es la novela, sino precisamente la forma burguesa de la novela y su término de referencia, el realismo que supone un estilo descriptivo y sicológico de observar a individuos en relaciones personales y sociales.» (1969)

«La literatura propone la posibilidad de la imaginación verbal como una realidad no menos real que la narrativa histórica. De esta manera la literatura constantemente se renueva, anunciando un mundo nuevo, un mundo inminente». (1990)

«El Quijote es quizá la aventura más extraordinaria de la libertad del hombre moderno porque implica la posibilidad de conocer a un mundo diverso, no de refugiarse en un mundo unificado y homologado como era el mundo del medioevo, sino de salir a un mundo que no entiende y que no, no se entiende, de ponernos a prueba frente al mundo, de salir de nosotros mismos, de participar en la historia y, sin embargo, de ofrecer siempre un camino fuera de la historia para ver a la historia, y no servirnos de la historia. Para mí todo esto es la novela». (En Revista Iberoamericana, 1989)

«La novela es la épica de una sociedad en lucha consigo misma» (En Cervantes o la crítica de la lectura, 1976).

«Tengo muy clara la idea de que no hay realmente temas nuevos en literatura, la novedad es cómo los tratas […] Todos mis libros descienden de libros previos para formar una familia. […] La del escritor es una pulsión crítica. La misión del escritor no es aplaudir, es oponer reservas, oponer críticas, trazar alternativas, esto es lo único que yo pretendo hacer, y si la situación del país es una situación mala porque nos inventamos la novedad del narcoterrorismo y del crimen organizado, tenemos que encontrar la manera de combatir estos dos azotes, teniendo en cuenta que en el narcoterrorismo hay una gran responsabilidad de parte de los Estados Unidos porque la droga que sale de México finalmente se consume en los Estados Unidos.» (en El Cultural.es, 09/10/2008)